Aquellos que provocaron la crisis anuncian ahora su propósito de utilizarla como coartada para socavar los cimientos del modelo social pactado en la Transición Democrática y recogido en nuestra Constitución. Ayer demolieron el marco democrático de relaciones laborales, y hoy acaban con la universalidad y la equidad en los servicios públicos que atienden las necesidades básicas de la población.
Los adalides de la ideología neoliberal hicieron saltar por los aires el sistema financiero internacional, ocasionando recesión, paro y graves retrocesos sociales, especialmente en España. Aquellos pirómanos se presentan ahora ante la sociedad para apagar incendios con manguerazos de gasolina. Han traspasado todas las líneas rojas que amenazan la quiebra de los derechos más elementales y la mismísima convivencia cívica. Y hay que plantar cara, con fuerza.
La derecha catalana hace de avanzadilla para la derecha española en la ofensiva del copago sanitario. La justificación pretendida cuenta con dos argumentos. El primero busca desdramatizar la medida, abriendo camino mediante la imposición de pequeñas tasas en las recetas farmacológicas. El segundo persigue legitimar la decisión como garantía última para la supervivencia del sistema público de salud, en riesgo de colapso financiero. Ambos argumentos son falaces.
La universalidad, la gratuidad y la igualdad en el acceso a los servicios públicos de salud constituyen un derecho fundamental de ciudadanía, y la introducción de un pago directo por la prestación sanitaria en el sistema público rompe un consenso social básico. La medida resulta por otra parte peligrosa, porque disuadirá al ciudadano aquejado de alguna dolencia de requerir la asistencia precisa, poniendo en riesgo su salud.
Nada hay más injusto que penalizar al ciudadano enfermo con el cobro de un impuesto específico. Y, además de injusta, la iniciativa del copago es ineficiente, dado que serán muchos los enfermos que por causa de eludir el pago de un tratamiento a corto plazo acaben agravando su situación y acudan a las urgencias sanitarias, donde su estancia resultará bastante más costosa.
La explicación económica tampoco resulta válida, porque el vigente sistema público de salud en España nos cuesta en términos de PIB mucho menos de lo que se gasta en salud la sociedad estadounidense o la media de los países europeos. El problema de nuestra sanidad pública no es de sobrecoste, sino de financiación insuficiente.
El sistema nacional de salud requiere de mejoras organizativas en términos de eficiencia, como el resto de la Administración Pública española. Y hay mucho pendiente por hacer en este sentido, desde las subastas para la adquisición de productos farmacéuticos, como practica la Junta de Andalucía, hasta la centralización de compras, la mejora de las políticas preventivas, la potenciación de la asistencia primaria y la generalización de los centros integrados de diagnóstico rápido.
Sin embargo, las recetas de la derecha no buscan la eficiencia, sino el recorte de derechos y el fin de la equidad social en la atención sanitaria. Si hay problemas de financiación, además de mejorar la eficiencia del servicio, deben aumentarse los ingresos. Y hay varias propuestas sobre la mesa a este respecto: el impuesto sobre transacciones financieras, el impuesto sobre las grandes fortunas, la subida de los impuestos sobre el alcohol de alta graduación y los tabacos… Todo antes que el copago.
Ahora la abanderada es Cataluña. En su momento Madrid también abrió paso a la privatización de centros hospitalarios, de especialidades y de atención primaria. Hoy esos centros han hecho caer la calidad del servicio público de salud hasta niveles desconocidos, pero sus dueños acrecientan día a día el negocio derivando las prestaciones más costosas a los centros de titularidad autonómica.
En su día pronosticamos que acabaríamos sustituyendo la tarjeta sanitaria por la tarjeta de crédito para obtener atención en los centros del sistema público de salud, y el momento se va acercando.
Para evitarlo se requerirá una gran movilización social. Merece la pena.
Blog de Rafael Simancas 
Desde Venezuela y respecto al tema TRANSICIÓN y relacionados: Ya son varios los problemas en los cuales los españoles necesitan recurrir a la transición para explicar lo q pasa. Sucede q ella no es un fin en sí misma. No es sólo para salir de las acechanzas del pasado. Lo es también, y sobre todo, para conducir a una consolidación democrática, con su correlato económico. Parece ser q España no hizo la tarea. Si se asume q la transición fue satisfactoria, de todos modos, había q consolidar. Si se asume lo contrario, había q corregir y luego consolidar igual. Las sociedades deberían disponer de un dispositivo institucional q lo permita. Vigilar, diagnosticar, corregir parecen ser términos-clave! Saludos!
Por cierto, aunque sin relación con el texto, mueve a risa la opinión que he leído sólo en España, sobre la necesidad de una «segunda transición». No hay tal necesidad. Lo que falta es mirar el ciclo completo y saber que o se consolida o se falla!!
Sí, tal parece que el manto de la crisis justificase todo.
Desregulatizar el Derecho Laboral… va enlazado, si total no «podemos» enfermar, no hay Art. ET que impida despido por absentismo (una triste gripe)
Desregurizada la Banca (y no somos los peores) pues venga, alegria!!! viendo lo resultados, ahora, lo hacemos con el D. Laboral ¿qué esperabamos? ¿acaso no se han adueñado de Europa? y ¿no es Europa… quien marca…? ah!!! son aquellos que su banca está más pillada (Alemania con Grecia?)
Nuestro problemas no vinieron -especialmente- de la banca, no estamos arriba pero no somos los peores… habria que mirar más allá. Somos un país de servicio, no crecemos en tecnología, en I+D… se nos van los «noveles» (de jovenes)
¿Nacionalismo? ¿qué esperamos, igualmente? ¿algo distinto…? obvio por donde respiran.
Peligroso pasar la línea… una vez se empieza, haber ¿dónde el límite? 1€, 3€…10€… que añadimos directo.
Personalmente, habrá que aprender de lo no hecho, por díficil que resulte, por crítico, porque de otro modo… no cambiamos.
Lo mejor, sabemos hacerlo… solo que se nos ha quedado a una gran parte como ahí… pues nada que somos muchos y a tirar «palanté»… si no les dejamos, todo, absolutamente todo se puede conseguir.
Hay que acabar inmediatamente con el sistema que poco a poco,nos está imponiendo el PP.o de lo contrario la cifra de once milloones y medio de españoles en el umbral de la pobreza,se va a duplicar sí seguimos permitiendo éste abuso de poder de éste Gobierno que al final,ya se ha quitado la careta y ha quedado al descubierto sus instintos aniquiladores.Dejando a un lado todo lo repochable y denigrante que está ocurriendo en la Cdad.Valenciana,la gota que colma el vaso,ha sido la denegación de la paga de dependencia a una señora que tiene amputadas ambas piernas por encima de la rodilla,por no llegar al grado de dependencia estipulado.Aparte de la ineptitud de quién esté al frente de éstas cuestiones,carecen de sentimientos humanos y son impasibles ante unas evidencias que incluso para un lego en la materia no tendía dudas en aplicar justicia y equidad en el asunto.
Cataluña,ya ha aprobado el copago (mejor repago) sanitario,galicia,al parecer.según opinión de su presidente,no tardará,la propia ministra del ramo,tampoco le hace asco la idea,en fin,al paso que vamos,no tardaremos en tener que soportar ésta imposición caprichosa e injusta que éstos seudopolíticos nos quieren colocar.Creo que además de la huelga anunciada para el próximo día 29 de Marzo por la reforma laboral,debemos hacer cada día una distinta e inmediata por el copago en las recetas médicas,otra,por la impunidad que disfrutan los corruptos de turnoy así sucesivamente,hasta conseguir frenar los instintos demoledores,que en menos de cien días de gobierno ya han tenido el atrevimiento de emprender.Estoy plenamente convencido que muchos de los ciudadanos que les concedieron su voto,en la actualidad está arrepentidos de haberlo hecho.
Yo como andaluza, me siento orgullosa la sanidad en Andalucía y no la cambio por ninguna, esperemos que los andaluces nos demos cuenta de lo que tenemos y no lo perdamos, porque al entrar el pp en el gobierno seguro que ponen el copago, el arenillas hará lo mismo que ha hecho el rajao «donde dije digo, digo diego», no me fío de éstos encantadores de serpientes.
Estimado Rafael Simancas
Coincido de pleno en todos sus dichos, pero creo que la movilización ciudadana en lo que al copago ( mal llamadado ya que es re pago) sanitario o farmacéutico se refiere deberíamos encararla desde el recurso de amparo o alguna medida preventiva de carácter judicial.Este gobierno del Partido Popular,lejos de ser dialogante, se muestra indiferente a la proclama popular y está dispuesto a dar la espalda a cualquier reclamo manifestado multitudinariamente en las calles .como otrora lo hiciera Aznar no escuchando el «no a la guerra» metiéndonos en un conflicto bélico con las consecuencias desastrosas y desgraciadas por todos conocidas. Se me ocurre una buena medida comezar a «bajar línea» desde su partido a la ciudadania acerca de cuales son los derechos preservados mediante la Constitución en lo que a la atención de la salud de refiere y movilizar recursos de amparo masivos empezando por los enfermos crónicos y continuando con lo que se tercie, Enfrentar con la ley en nuestra mano será ,seguramente, contundente y mucho más atendible que la manifestación callejera que también estamos dispuestos a hacer muchos ciudadanos en contra de este nuevo atropello .Le envío un cordial saludo .
Si observas El pais ¿ que opinión te merece? un buen socialista jamas permite que ese periodico no delate tanto y sobre todo en andalucia por él ya hemos perdido .
Sr. F.Gonzalez tanto le dió que otros se lo han quitado y ahora él se aprovecha
saludos
El copado para mi está muy claro con su abstención en cataluña, lo han permitido ose que no nos cuenten milongas, pero los españolitos somos tontitos picamos y claro está con la mayoría lo consiguen, espero que muy pronto se adelanten las elecciones ,
es el copago osea escribir rápido da lugar a errores
saludos
Los funcionarios cuando se jubilan siguen pagando un 30%en la compra de sus medicinas,la misma cantidad que cuando están en activo y hasta ahora a nadie he oido decir que deberian ser gratis tambien para ellos.¿Acaso se va a quedar sin poder comprar una medicina cualquier jubilado en este pais porque pague un euro?
Rafa que te decía yo que andaluces no le interesa al PSOE, se ve claro a Griñan no lo apoyáis; de pena Felipe , que te ha hecho, los andaluces que tanto te hemos dado no has estado apoyando iras el último momento cuando todo está vendido, pero EL BUEN SOCIALISTA NUNCA SE ESCONDE da la cara y presume de ser de izquierdas da la impresión que no queremos gobernar , cuando las rebajas nos atizen nos quejaremos bien empleado no estará.
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